domingo, 13 de marzo de 2011

Jack'sBallad

La noche del día en que encontré a la N/N despojada de su corazón salí a caminar por el centro de la cuidad buscando a alguien, alguien que era un viejo conocido, un viejo amigo. Tenía un torbellino de pensamientos en la cabeza, sentimientos encontrados en mi corazón y una mezcla extraña de sensaciones en el estómago. Estaba entusiasmado con volverlo a ver, pero nunca pude perdonarlo por lo que ocasionó. Su muerte todavía estaba entre nosotros. Luego de una lucha interior, decidí ir a su encuentro definitivamente, no tenía otra opción. Nadie como Jack podía ayudarme en un caso como este.

- Jack - lo saludé.
- ... - su frialdad me chocaba, siempre lo hizo. A pesar de ser viejos compañeros nunca pude quebrantar su fría cubierta.
- Veo que seguís sin hablarme. Alguna vez vas a poder ser un poco menos hosco y saludarme como la gente?
- ...
- Bueno, no sé qué decir, Jack... solo que necesito tu ayuda - le supliqué tragándome mi orgullo y mi desprecio hacia él.
- ... - sin contestarme, se levantó y caminó hacia mí. Comprendí que vendría conmigo y salimos.

Volvimos a mi oficina, la vieja oficina que años atrás compartimos durante largas noches mientras tratábamos de descifrar los casos más intrincados. Siempre salíamos ganando, a pesar de toda la gente que se oponía a nuestra alianza, a nuestro equipo investigador. A pesar de que siempre me aconsejaron no formar equipo con Jack, a pesar de las incontables intervenciones de mis superiores, de mi familia, de mis amigos para disolver ese equipo ganador una vez formado, nunca estuve tan seguro de algo como cuando decidí incorporarlo al equipo. Siempre sospeché que mis compañeros de trabajo estaban celosos del éxito que teníamos en nuestras investigaciones. Mi familia y mis amigos no podían entender que mi relación con Jack iba más allá de lo laboral, éramos más que colegas... éramos casi hermanos.
Mis ganas por empezar a trabajar de inmediato parecían no importarle a Jack. Era evidente que no tenía los mismos planes que yo, al menos por esa noche. Se sentó tras el escritorio, en mi silla, sin amonestarlo me senté del otro lado. Su mirada fría me perforaba, sentía cómo podía mirar libremente en mi interior. Me conocía. Me conocía mejor que nadie. Sin decir palabra logró que me quebrara. Jack nunca decía nada, pero esa noche lo dijo todo. Me culpó de la muerte de ella, aunque sabía que no era así, aunque sabía que era lo más doloroso por lo que había pasado me culpó y me condenó eternamente por su muerte. Sus planes esa noche consistían en hacerme recordar, en abrir mis heridas y estrujarlas hasta hacerlas sangrar nuevamente.

- Fue todo tu culpa.
- No, Jack, no! No me digas eso! No puede evitarlo!
- Ooohhh, sí que podrías haberlo evitado! Pero nunca escuchaste a los demás!
- Jack, es mentira...! - mi voz se ahogaba con las lágrimas.
- Me das lástima. Asco. Me causas repulsión de solo verte... y más en ese estado patético. Parecés un nene que llora por que mató a su mascota sin querer, pero es bien consciente de que fue su culpa, fue su culpa por jugar con fuego e incendiar a su mascota. Me das asco - estaba más frío que nunca, se acercó y me tomó por la garganta, su mano helada me raspó hasta muy dentro de mi cuerpo. - Sos patético! Cuándo te vas a dar cuenta que el único culpable sos vos!?
- No! Fue tu culpa! Si ella no me hubiese visto llegar a casa con vos esa noche no hubiese reaccionado así, no hubiese querido hacerla callar y no hubiese apretado su cuello hasta que se callara si vos no hubieses estado ahí, Jack! Es todo tu culpa!
- Imbécil! Sabías que todo el mundo se oponía a que trabajases conmigo! Pero, oh!, fuiste mucho más inteligente que todo el resto y te les opusiste pensando que podías controlar nuestra asociación! Es tu culpa, tu culpa! - la cara de Jack parecía que iba a estallar de furia, parecía que en cualquier momento detonaría y estallaría junto con toda la oficina - Si querés que volvamos a trabajar juntos, vas a tener que aceptar que vos, vos mismo con tus propias manos, estrangulaste a tu mujer cuando nos vio entrar juntos a tu casa y reaccionó de esa manera! Vas a tener que aceptar que no fui yo, si no vos, con tu obstinada obsesión por trabajar conmigo lo que la mató!

Y eso es lo último que recuerdo de esa noche. Después de eso, todo es confuso y no puedo recordar nada con claridad. A la mañana siguiente me desperté sentado en mi silla volcado sobre el escritorio, sobre un charco de lágrimas y un papel deshecho por las mismas. Sobre la parte superior de éste se leía borrosamente: Identikit. No había nada sobre la hoja. La noche anterior no había conseguido avanzar nada en la investigación. No había conseguido nada de Jack más que dolor y pena por heridas que ya creía cerradas. Jack se había encargado de abrirlas de nuevo. Y lo peor de todo es que él había desaparecido y me había dejado sin nada en concreto... aún así sabía que volvería y colaboraría en la investigación.

1 comentario:

  1. osoom, muy bueno ;) tengo q ponerme al dia con esta historia atrapantee!

    ResponderEliminar